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13445281_10209606295052506_5797746490642570827_nEn la actualidad es casi imposible ir a un concierto a disfrutar de tu artista o grupo favorito. Los gritos disfrazados de cantos de los fanáticos, irremediablemente, opacan al artista es escena. Por eso, que Páez sobresalga casi con facilidad pese a los fanáticos que pretenden igualarlo, en lugar de gozarlo, es otra muestra de su maestría.

“Esta noche es especial pues le mostraremos puros lados B’s de los años 80. Son 30 años de Giros aquí, en mi ciudad, el Distrito Federal”, puntualiza el rosarino mientras baila y arenga a su público que, por supuesto, está todo de pie.

Como su título lo indica, “Taquicardia” es una breve e intensa composición que da paso a la melancolía de “Alguna Vez Voy A Ser Libre”, lo cual no logra que sus fanáticos tomen sus asientos, para disfrutar a este que es considerado el exponente más importante del rock hecho en Argentina.

Para “11 y 6” una tenue luz violeta ilumina a los seis músicos en escena, pero son los hinchas de Fito quienes se lucen cuando éste abandona el micrófono para dejarlos cantar “solitos” algunas estrofas de esta romántica canción.

13428360_10209606296252536_7953778668106636021_n“No sé como hice esta canción a los 22 años, no fueron las drogas. Pero aún la canto como si la hubiera escrito hoy en la mañana”, declara Páez ante una audiencia que casi por completo ya sabe que se trata de la desgarradora “Yo Vengo A Ofrecer Mi Corazón”.

En el turno de “Narciso y Quasimodo” un tono más rockero se deja sentir, para bajar a la mitad, pero que tienen espectacular final pues roza el metal.

El virtuosismo lírico y pianístico de esta leyenda sigue desenvolviéndose a placer con “Cable A Tierra”.

“Decisiones Apresuradas” aborda la declaración de guerra contra Inglaterra que el General Leopoldo Galtieri, en una borrachera, realizó; “Provocando la muerte de muchos pibes, por eso esta canción es antiviolencia y contra ese hijo de puta”, recalca Páez.

La oportunidad para que la popera Ximena Sariñana se luzca al acompañar sobre la tarima a Fito se le presenta en “D.L.G.”, pero ella casi no se escucha ante la portentosa voz del argentino.

El nacido en Rosario, anuncia que Giros ha terminado así que es tiempo de otros de sus hits como la pacífica “Tres Agujas”, y su similar “Canción Sobre Canción”.

Por su parte “Nunca Podrás Sacarme MI Amor” le vuelve a poner el toque rockero a la noche pero no es tan espectacular y algunos de sus seguidores ya han tomado sus asientos. “Folis Verghet” hace que algunas de sus seguidoras se contoneen desde sus asientos.

Algunos siguen gritando de la emoción cuando suena “Instantáneas”. Pero la tranquilidad predomina con “Hay Otra Canción”, que este ‘Flaco’ termina con un gran solo de piano.

Después de una breve pausa Fito regresa con “De 1920”, para inmediatamente seguir con “A Las Piedras de Belén”, donde Páez sorprende tocando unas percusiones. De esta forma el ánimo vuelve y llega a tope cuando suena “Gente Sin Swing”.

Romántica y hasta un tanto histórica, “Berlín” despierta las bullas de emoción del respetable.

“Dame Un Talismán” es un preludio lento para el drama de “Polaroid De Locura Ordinaria”, el cual es tan agradable y potente que de nuevo todo el Teatro Metropólitan ha dejado vacías sus butacas para corear y desgarrar sus gargantas de principio a fin.

Las relaciones amorosas son complicadas, pero si piensas en ella/él y un una sonrisa se dibuja en tu cara, no lo dudes “Fue Amor”, parece decir Páez en esta melodía.

Un inicio misterioso le da un toque “Pedro Navaja” al principio de “Y Dale Alegría A Mí Corazón”, con la que toda la congregación fitopaezeana grita-canta al unísono. ¿Clausurando así la velada?

Por supuesto que no. Aunque Fito los hace esperar un par de minutos antes de un inolvidable cierre que comienza con “El Amor Después del Amor”.

Acompañado de Anita, Páez le pide a su auditorio prenda las luces de sus celulares provocando un “Brillante Sobre El Mic” en el Teatro Metropólitan. “Fue una noche genial. Venimos desde Buenos Aires a cantar canciones y darles de besos en un mar de amores”, improvisa el sudamericano mientras toca su piano.

Para “A Rodar Mi Vida”, Páez no deja Anita bailando sola en el escenario y le llama a Sariñana y Flor (la chica que le hizo el favor de recibir a público dos horas antes de que él saliera), quienes se ponen “Y a rodar, y a rodar, y a rodar…”

13445386_10209606297212560_7798124651190255488_n“Buenas noches México de mis amores”, son algunas de las últimas palabras que Rodolfo Páez Ávalos, dedica a sus entusiastas seguidores antes de clausurar este recital musical con la cuasi perfecta “Mariposa Technicolor”.

Fue así como el único e inigualable Fito Páez, dio muestras de destreza y potencia en una gira que lo ha llevado por decenas de países, pero que muy difícilmente se pueden comparar a la algarabía que concierto tras concierto Páez recibe en la Ciudad de México.

Por: Ángel Caballero
Fotos: Cortesía Ocesa (Salvador Bonilla)

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