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Por Luis David García
@garcia_s23
Durante la última década en Puebla no se han registrado reportes de pederastia por parte de quienes representan a la iglesia en el estado, aseguró el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa.
En este sentido el jerarca celebró la determinación tomada por el Papa Francisco quien conformará un tribunal contra la pederastia en el Vaticano para atender y evitar los casos denunciados en contra de la iglesia.
De la misma forma los obispos auxiliares de la arquidiócesis poblana Tomás López Durán y Felipe Pozos Lorenzini se sumaron a este pronunciamiento al calificar de positivo que las organizaciones religiosas atiendan este fenómeno social, esto durante el anuncio de la Quinta Asamblea del Sínodo Diocesano.
Al ser cuestionados sobre el caso del padre Nicolás Aguilar, señalado como uno de los clérigos que más violaciones ha cometido con al menos 120 casos documentados, los clérigos aclararon que este no pertenecía a la congregación, sino a la arquidiócesis de Tehuacán.
Cabe señalar que Organizaciones civiles prepararon un archivo que documenta abusos que van de 1997 a 2006 en contra de Nicolás Aguilar, en el que hacen énfasis de la impunidad en la que prevalece el caso, no obstante los líderes religiosos evitaron realizar más pronunciamientos al respecto.
Los antecedentes
El sacerdote poblano Nicolás Aguilar está señalado como uno de los clérigos que más violaciones ha cometido y por ello organizaciones civiles presentaron ante el Comité de Derechos del Niño de las Naciones Unidas los casos documentados de al menos 120 abusos.
Dicho informe también será llevado ante el comité de tortura para buscar que se juzgue a este clérigo que ha sido protegido por la jerarquía de la Iglesia Católica en nuestro país, de acuerdo a información de Animal Político.
Existen al menos 60 testimonios de niños de entre cinco y trece años originarios de Sierra Negra de Puebla que fue remitido el 8 de enero de 1998 al juzgado primero de lo penal de Tehuacán, un mes después de que iniciara la averiguación previa.
El 8 de enero de 1998 remitió el expediente de los niños de la Sierra Negra al juzgado primero de lo penal de Tehuacán, Puebla, un mes después de que iniciara la averiguación previa y tras cuatro años de proceso legal, se le dictó sentencia a un año de prisión “por ataques al pudor”, pero nunca lo cumplió porque se mantuvo en libertad bajo fianza, para que finalmente en 2001 se le concediera un amparo.
Para 1999 el sacerdote fue declarado culpable de un abuso cometido en 1997, pero se mantuvo libre tras apelar la sentencia. El caso de estos 60 niños terminó en 2004 cuando un tribunal decidió que el crimen era demasiado viejo para ser castigado.
Para ese año, Nicolás Aguilar presidía misa en la Arquidiócesis de Puebla y en la Diócesis de Cuernavaca. Las organizaciones buscan que los crímenes de Aguilar sean parte del juicio contra el Vaticano ante instancias internacionales.
