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Carmen Aristegui comentó que en el libro de la Fuente diserta sobre grandes temas de la universidad. Foto: Néstor Ramírez

En La universidad rediviva Juan Ramón de la Fuente diserta sobre los grandes temas de la universidad como lo son la universidad y los rechazados, el escape de cerebros y la presión internacional de que imperen los intereses económicos, pero también aborda el fin de la huelga de 1999 de la UNAM.

El libro presentado en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería contó con la presencia del ex rector Juan Ramón de la Fuente, el escritor Ignacio Solares y la y el periodista Carmen Aristegui y Leonardo Curzio, quienes hablaron de la importancia de la publicación.

Carmen Aristegui comentó que en la publicación de la Fuente diserta sobre los grandes temas de la universidad y que al final hay un conjunto de reflexiones que tienen que ver con el Estado, la democracia y la política. En la obra se aborda el “proceso para recuperar y reencauzar la vida universitaria montada en sus propios ejes principales que son la ciencia, la educación, la investigación y todo lo que hace la universidad que tenemos”. 

La conductora de CNN dejó para la reflexión lo que ha pasado con la universidad y su capacidad de reacción “frente a grandes temas de la sociedad mexicana de los últimos años, su capacidad de organización e incluso de movilización”, pero hay también la participación importante de los universitarios en los grandes temas del país, así como qué sí y qué no está haciendo la universidad.

La universidad rediviva nos arroja “una buena oportunidad para pensar, para discutir, para hablar de un elemento tan importante, tan entrañable y fundamental como es la Universidad Nacional Autónoma de México en el México de hoy”.

Durante su participación Juan Ramón de la Fuente comentó que no realizó ninguna corrección a la escritura de Ignacio Solares, quien incluso podría ser el autor del libro pues él sólo respondió las preguntas que hizo el narrador. El ex rector coincidió con Aristegui sobre que la publicación podría tocar otros temas con el paso del tiempo.

Aclaró que un conflicto no se soluciona solo, ni si quiera con el tiempo y que en el Consejo General de Huelga (CGH) eran pocos los estudiantes involucrados, además que el problema de cuotas se convirtió en un problema de seguridad nacional.

Leonardo Curzio comentó que para el rescate de la universidad fueron necesarios dos elementos, tener una misión clara y una visión incluyente, donde se supera a dónde se quería llevar a la universidad y que habría que rescatar a la UNAM con todas sus partes o no se rescataba nada. 

El analista dijo que entre las reflexiones del libro aparece la ausencia de una política de educación superior y que la UNAM, entre las mejores universidades del planeta, ha el sueño de convertirse en una universidad que transforme la vida de los estudiantes, genere un sentido de orgullo y les genere empleabilidad.

Agregó que a partir de la cuarta revolución industrial, que deviene en una nueva economía que va a desplazar a una gran cantidad de gente, la universidad debe analizar a quiénes se incluye y cómo, así como evaluar qué se ofrece a los jóvenes en términos de profesión y cómo son preparados para sobrevivir en esta economía.

Juan Ramón de la Fuente comentó que en el libro seguramente hizo falta algún elemento, pero era importante enfatizar el dialogo y la reconstrucción del tejido social. Fue aquí, en el Palacio de Minería, donde “se inició el proceso de reconstitución de tejido social”, y el entonces invitó a los líderes a un diálogo sin condiciones, pero su activismo estaba marcado por la intolerancia. 

Esto lo compartió Ignacio Solares, recordando cómo el CGH criticaba a medios de comunicación y cronistas como Carlos Monsiváis por su información, incluso a la institución universitaria, a la que criticaban porque, presuntamente, realizaba libros para los ricos. Esto provocó que el escritor recordara Fahrenheit 451 de Bradbury, donde por decreto de unos cuantos se queman todos los libros. 

Leonardo Curzio sugirió que la UNAM no debe perder el rumbo, pues del quehacer intelectual de la universidad salen contribuciones al país. Agregó que a la academia le toca aportar la conciencia crítica y ética del país.

NARRO Y LA SECRETARÍA DE SALUD
Durante la presentación de La universidad rediviva se cuestionó al ex rector de la UNAM Juan Ramón de la Fuente sobre la reciente designación del Dr. José Narro Robles como Secretario de Salud.

De la Fuente comentó que le parece un gran acierto pues para él Narro Robles es un gran universitario que cumplió el papel que le tocó dentro de la universidad y que le parece hará un buen papel al frente de la Secretaría.

“A mí me parece que a este país le va mejor, cuando los egresados de la UNAM están dirigiendo las secretarías de Estado que cuando son dirigidas por egresados de cualquier otra universidad”, puntualizó.

Por: Néstor Ramírez Vega (@NestorRV)

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